Aprender.

¿Sabes? Con el tiempo he aprendido muchas cosas. He aprendido que no hay monstruos en el armario y que los finales no son como los cuentan los cuentos de hadas. Que no existen los Reyes Magos, ni el ratoncito Pérez. Que los malos no son tan malos, ni los buenos tan buenos. Que no siempre llueve en invierno, ni siempre te mueres de calor en verano. Que los conciertos estan para gritar y dejarse la garganta. Que las cosas nunca salen como se planean, y que si quieres que algo ocurra, no ocurrirá en su momento, sino cuando menos te lo esperes. Que los pequeños detalles son los que importan. Que a los chicles siempre se les va el sabor y los helados se acaban derritiendo. Que a veces una ducha de agua fría sienta igual de bien que una de caliente. Que no hay calcetines para el pie izquierdo, ni para el derecho. Que a veces la persona que más feliz aparenta estar es la que más apoyo necesita. Que el primer baño del verano es el mejor y que los paseos por la playa siempre te quemarán la espalda. Que las medias siempre se te acabaran agujereando y que los zapatos de tacón estaran en tu mano a las cinco o a las seis de la mañana. Que el último trocito de chocolate del paquete es el que mejor sabe. Que siempre que bosteces alguien lo hará contigo, y que si comes palomitas de microondas, siempre quedaran algunas sin hacer. Que los besos a escondidas saben mejor y que en el lugar más inesperado te encontrarás a quien más tiempo llevas deseando ver, porque el mundo es un pañuelo. Que las buenas sorpresas son de lo mejor que existe, y que reír es el mayor placer de esta vida. Que hay personas que no valen la pena, pero que hay otras que llegan y te cambian la vida... Para siempre.