Fin.

Siento algo extraño en mi pecho. Como una presión. Mi amiga y su novio lo han dejado. Y no sé qué coño me pasa, que me ha dejado muy... Triste. No sé. ¿Sabes esas parejas que parece que van a durar toda la eternidad? ¿Que son como... para siempre? Y de golpe, se acaba. Pum. Fin. Final de trayecto, se acabó. Y en mi iPod suena "Ellas", de Nach. Los recuerdos me invaden. Y miro la fecha. En nada hará un año. Un año... No sé. Me siento como pisada, tirada en el suelo. Es... raro. Pf.

Impaciencia.

Los refrescos se convierten en Vodka. Las bicis pasan a ser coches. Los besos se vuelven sexo. ¿Recuerdas cuando los hombros de tu padre eran el sitio más alto en el mundo y tu madre era tu héroe? Las carreras eran sobre quién corría más, la guerra era sólo un juego de cartas. El peor dolor que sentías era cuando te pelabas las rodillas. Las despedidas sólo significaban hasta mañana.


Y no podíamos esperar a crecer.

To improve.

Darme de bruces contra el suelo se me da muy bien. Demasiado. Es algo a lo que estoy acostumbrada, a caer una y otra vez. Tropiezo con la misma piedra repetidas veces, no vigilo. Y sí, si caes te levantas, de los errores se aprende, sí. Pero las hostias son cada vez peores, y ya no voy a permitirme más accidentes. Hay que pensar, ponerse en la piel de los que te rodean, para no decepcionarles. Decepcionar a alguien a quien quieres es una de las cosas que peores se sienten. Y llega un punto en que las palabras carecen de importancia, pierden toda su potencia, y lo único que cuentan son los hechos. Y lo que hay que hacer es demostrar, demostrar lo que vales, lo que sientes, a través de las acciones. Nadie dijo que fuera a ser fácil...
Let's make better mistakes tomorrow.