jueves, 3 de enero de 2013

Todo.

Qué tonto es pensar que sólo amamos con todo nuestro corazón. El corazón es un órgano con un trabajo que hacer, una cuota que cubrir. Cuando amo, no quiero amar con una máquina de bombeo de sangre. Quiero amar con cada centímetro de mi cuerpo.

Yo te amo con mis rodillas y mis manos, con mis codos y mis clavículas, con mis pecas y mis nudillos, mis arrugas y mis cicatrices.

Y yo te amo con todos los espacios en el medio.